martes, 26 de febrero de 2013

¿TODOS LOS GAUCHOS ERAN UNOS ANDRAJOSOS?

Pieske Carlos Ernesto


¿TODOS LOS GAUCHOS ERAN UNOS ANDRAJOSOS?
Por supuesto que siempre ha habido pobres y ricos, gente que podía vestir bien y quiénes no.
Pero eso que todos los gauchos eran unos andrajosos… Lean esta descripción.

DESCRIPCION DEL VESTUARIO DE UN ESTANCIERO (1820)

“Sus atavíos, a la moda y estilo del país, eran magníficos. El poncho había sido hecho en el Perú y además de ser del material más rico, estaba soberbiamente bordado en campo blanco. Tenía una chaqueta de la más rica tela de la India, sobre un chaleco de raso blanco que, como el poncho, era bellamente bordado y adornado con botoncillos de oro, pendientes de un eslabón del mismo metal. No usaba corbata y el cuello y pechera de la camisa ostentaban primorosos bordados paraguayos en fino cambray francés. Su pantalón era de terciopelo negro, abierto en la rodilla y, como el chaleco, adornado con botones de oro, pendientes también de eslabones, que evidentemente, nunca se habían pensado usar en los ojales. Debajo de esta parte de su traje se veían las extremidades, con flecos y cribados, de un par de calzoncillos de delicada tela paraguaya. Eran amplios como pantalones de turcomano, blancos como la nieve y llegaban a la pantorilla, lo bastante como para dejar ver un par de medias oscuras, hechas en el Perú de la mejor lana de vicuña. Las botas de potro del señor Candiotti ajustaban los pies y tobillos como un guante francés ajusta la mano y las cañas arrolladas le daban aspecto de borceguíes. A estas botas estaban adheridas un par de pesadas espuelas de plata, brillantemente bruñidas. Para completar su atavío, el principesco gaucho llevaba un gran sombrero de paja del Perú, rodeado por una cinta de terciopelo negro, y su cintura ceñida por una rica faja de seda punzó, destinada al triple objeto de cinturón de montar, de tirantes y de cinto para un gran cuchillo con vaina marroquí, de la que salía el mango de plata maciza”.
Conviene aclarar que ese era el traje “de diario” de don Francisco Candiotti al que llamaban el Príncipe de los Gauchos..
J. Parish Robertson.

“ESTANCIERO PORTEÑO” 1830.
ESCULTURA EN MADERA DE CEDRO POLICROMADA. EN VENTA.
¿TODOS LOS GAUCHOS ERAN UNOS ANDRAJOSOS?
Por supuesto que siempre ha habido pobres y ricos, gente que podía vestir bien y quiénes no.
Pero eso que todos los gauchos eran unos andrajosos… Lean esta descripción.

DESCRIPCION DEL VESTUARIO DE UN ESTANCIERO (1820)

“Sus atavíos, a la moda y estilo del país, eran magníficos. El poncho había sido hecho en el Perú y además de ser del material más rico, estaba soberbiamente bordado en campo blanco. Tenía una chaqueta de la más rica tela de la India, sobre un chaleco de raso blanco que, como el poncho, era bellamente bordado y adornado con botoncillos de oro, pendientes de un eslabón del mismo metal. No usaba corbata y el cuello y pechera de la camisa ostentaban primorosos bordados paraguayos en fino cambray francés. Su pantalón era de terciopelo negro, abierto en la rodilla y, como el chaleco, adornado con botones de oro, pendientes también de eslabones, que evidentemente, nunca se habían pensado usar en los ojales. Debajo de esta parte de su traje se veían las extremidades, con flecos y cribados, de un par de calzoncillos de delicada tela paraguaya. Eran amplios como pantalones de turcomano, blancos como la nieve y llegaban a la pantorilla, lo bastante como para dejar ver un par de medias oscuras, hechas en el Perú de la mejor lana de vicuña. Las botas de potro del señor Candiotti ajustaban los pies y tobillos como un guante francés ajusta la mano y las cañas arrolladas le daban aspecto de borceguíes. A estas botas estaban adheridas un par de pesadas espuelas de plata, brillantemente bruñidas. Para completar su atavío, el principesco gaucho llevaba un gran sombrero de paja del Perú, rodeado por una cinta de terciopelo negro, y su cintura ceñida por una rica faja de seda punzó, destinada al triple objeto de cinturón de montar, de tirantes y de cinto para un gran cuchillo con vaina marroquí, de la que salía el mango de plata maciza”.
Conviene aclarar que ese era el traje “de diario” de don Francisco Candiotti al que llamaban el Príncipe de los Gauchos..
J. Parish Robertson.

“ESTANCIERO PORTEÑO” 1830. 
ESCULTURA EN MADERA DE CEDRO POLICROMADA. EN VENTA.

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